El ayuntamiento ha decidio poner coto a los malos olores y para ello contará con toda la ayuda que necesite. Por ejemplo con la de funcionarios adecuadamente entrenados para detectar aquellos olores inadecuados e identificar la fuente emisora. La nueva ordenanza municipal de Medio Ambiente establece que para determinadas actividades los proyectos e instalaciones deben someterse a unos valores objetivos. La olfatometría, usada en otros campos, entra pues dentro de las inspecciones municipales.
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