Descuentos de un 35 por ciento de media y chollos a mitad de precio. Es el mercadillo del «oulet» de pisos de los bancos, que en la recta final del año están inmersos en un proceso de ventas para reducir su cartera inmobiliaria. Les interesa dar salida a los inmuebles por dos motivos: en enero sube el IVA que grava a la vivienda del 4 al 10 por ciento, y además, en diciembre está previsto que empiece a operar el «banco malo», que obligará a las entidades financieras nacionalizadas a traspasar sus activos tóxicos con un elevado descuento.
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