El Banco de Valencia se ve de nuevo envuelto en una historia rocambolesca que puede costarle nuevas causas en los tribunales. Los auditores de la entidad financiera están siguiendo el rastro de un préstamo de 140 millones de euros concedido en el año 2007 a una misteriosa sociedad mercantil para que adquiriera acciones de la inmobiliaria francesa Gecina. Deloitte reclamó a la empresa gala unos supuestos pagarés de los que no se tiene noticia pero que han hecho reaccionar al departamento jurídico de la compañía del país vecino.
|
etiquetas: desfalco , investigacion , auditorias