Por otro lado, está la visión de quienes consideramos que estos ataques DDOS son contraproducentes en la medida que sustituyen y reemplazan a las protestas reales, más allá de arrancar un programa mientras seguimos navegando, chateando o escuchando música en nuestras casas. Estos ataques son casi del todo inútiles, más allá de estresar durante unas horas a las personas encargadas de mantener los servicios web; ni siquiera fallan los servicios prestados por las susodichas, sino simplemente los servidores que alojan sus webs.
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