Según una leyenda china, Wan Hu, un funcionario del gobierno de la dinastía Ming aspiraba a viajar a la luna. Su nave espacial era una gran silla de mimbre a la que se sujetaron 47 cohetes (tubos de bambú llenos de pólvora). Sus subordinados los encendieron. Un momento después hubo un gran estallido y destello acompañado de espesas nubes de humo. Cuando se disipó el humo, Wan Hu había desaparecido sin dejar rastro. Esta historia se repite una y otra vez, pero ¿es verdad?.
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