Serguéi Gániushev, un recolector de algas de 25 años, pasó más de dos semanas sin comida ni agua en una isla deshabitada en medio del mar, hasta ser encontrado por pura casualidad. Quizás el episodio recuerde a la aventura de Robinson Crusoe. Pero con una notable diferencia: el islote se ubica en las gélidas aguas del Océano Glacial Ártico. Serguéi Viajaba solo en un barco que naufragó, pero logró logró nadar hasta la isla, excavó una guarida y se protegió allí del viento y de la lluvia, alimentándose con algas y agua de lluvia.
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