Hace 165 millones de años, el mundo era un lugar plagado de sonidos. Los grillos y los saltamontes primitivos ya emitían ruidos frotando unas partes de su cuerpo contra otras. Es lo que hacen los grillos modernos, que emiten su 'canto' no usando la voz, sino frotando las alas entre sí, algo que técnicamente es conocido como estridular.
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