El pasado jueves 1 de julio era una fecha señalada en el calendario de Samuel. Tras diez meses y medio, Galicia reabría el ocio nocturno hasta las tres de la madrugada. Como para cualquier otro joven de 24 años, regresar a una discoteca después de tanto tiempo era el plan perfecto de una noche de verano. Para Samuel, además, era una necesidad. Desde los 20 años trabajaba en la residencia de ancianos Padre Rubinos, tras conseguir su título de auxiliar de enfermería en el CIFP Ánxel Casal de La Coruña.
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