Al parecer, un gran número de mujeres casadas, amancebadas o en proceso de noviazgo, se limitan a llevarle las pantuflas a su hombre sin ningún tipo de liturgia o de delicadeza. “Sé que muchas esposas les arrojan las zapatillas a los pies e incluso se las dejan mal, la izquierda en el pie derecho y la derecha en el pie izquierdo”, asegura la autora del libro. “He visto hombres andado de manera ridícula debido a ese error de colocación, tan fatal y tan común”, añade.
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