La galería encargada de promocionar al artista dijo que este había recogido las cenizas del horno crematorio del campo Majdenek, durante una visita en 1989. Los custodios de un antiguo campo de concentración nazi en Polonia dicen que están profundamente conmocionados e indignados por las acusaciones de que un artista sueco tomó cenizas del sitio y las usó en una de sus pinturas.
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