El rápido ritmo del cambio climático convierte al Ártico en una fuente de dióxido de carbono capaz de alterar el clima de la Tierra. David McGuire de la Universidad de Alaska calcula que ha sido un sumidero de carbono desde finales de la última glaciación, reteniendo o absorbiendo el 25% del CO2, hasta unos 800 millones de toneladas métricas. Pero el calentamiento ha comenzado a descongelar el permafrost liberando 50 millones de toneladas de metano al año. Rel.:
meneame.net/story/mas-250-escapes-burbujas-metano-estan-surgiendo-arti