A todos nos gusta tener siempre la máxima cobertura en el móvil. Pero luego no queremos que haya una antena de telefonía móvil en la azotea de nuestro domicilio. Tememos los posibles efectos de las emisiones de radio que generan las estaciones base cuando al mismo tiempo llevamos permanentemente encima un móvil, pero el ser humano es así de contradictorio.
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