Se jugaban 25' del ST en el partido entre los equipos argentinos de Vélez y Boca Juniors cuando el árbitro, Saúl Laverni, escuchó que desde la tribuna popular de Vélez le cantaban a los hinchas de Boca: "Son todos putos, de Bolivia y Paraguay". Inmediatamente detuvo el partido. Los hinchas no volvieron a entonar ese cántico y el partido se reanudó. Es la primera vez que un árbitro detiene un partido por xenofobia. Relacionada:
meneame.net/story/10-para-platini-pararan-partidos-cuando-haya-racismo