El Impenetrable, ese tupido bosque de las septentrionales provincias de Chaco, Santiago del Estero y Salta, que se extendía por 8,2 millones de hectáreas hace 95 años, cedió terreno al cabo de los años al avance de la soja y la ganadería y dio paso a la corrupción, el narcotráfico y al contrabando. Actualmente quedarían 3,5 millones de hectáreas. Coincidentemente, en la región se registran los picos más altos de pobreza (47 por ciento) e indigencia (23 por ciento) de todo el país. La población -un tercio indígena- se muere de hambre.
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