La presidenta argentina eligió a Amado Boudou como compañero de fórmula para las elecciones del 2011, por tratarse de un chico simpático, apuesto y con rasgos de 'bon vivant'. Cristina Kirchner acertó en ese aspecto pero no imaginó que más adelante, el inofensivo Amado Boudou representaría un lastre para su segundo mandato presidencial. El vicepresidente de la nación está siendo investigado por un supuesto tráfico de influencias a favor de Ciccione, la imprenta contratada por el Banco Central para imprimir 1.205 millones de pesos en billetes.
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