El Backstage, un club situado en la Marina coruñesa, cumplía dos años y había que celebrarlo. Los propietarios del local, Belén Calvete y su hijo, Roi Porto, buscaron la mejor manera de agasajar a la clientela y la encontraron: barra libre de Sabater. La actriz, no el filósofo. El filósofo se escribe con V. En la puerta, el reclamo es un cartel de Leti chupando, todo embadurnado, un cuchillo de rebanar pan. Sobrecoge imaginarse al filósofo haciendo lo mismo.
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