Los apostantes, oriundos de Novo Hamburgo, una ciudad de fuerte colonia alemana en la región metropolitana de Porto Alegre (Rio Grande do Sur, sur), comenzaron a movilizar abogados para tratar de cobrar la Mega-Sena, que daba un premio total de 53,3 millones de reales (29,7 millones de dólares al cambio). El caso llegó a la policía. "Sabemos que fue recabado el valor (de los involucrados) y si la apuesta no fue realizada estamos ante delito de fraude", dijo el comisario de la policía Civil local, Clovis da Silva.
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