Mientras excavaban cerca de Herculano una antigua villa romana enterrada en ceniza volcánica, unos trabajadores del siglo XVIII encontraron un insólito trozo de metal lo bastante pequeño como para caber en una taza de café. Al limpiarlo descubrieron algo tan importante desde el punto de vista histórico como desternillante: uno de los relojes de sol portátiles más antiguos que se conocen, con forma de jamón italiano. En español:
arqueologiaenred.paleorama.es/2017/01/reestudiando-un-reloj-de-bolsill