La sentencia considera probado que el 27 de noviembre de este año, sobre las 18.40 horas, el acusado, "con claro animo de lucro ilícito", abordó a un hombre de 34 años con discapacidad mental cuando iba por la calle Los Ciruelos de Santander. Le sujetó fuertemente por un brazo y le exigió que le entregara su teléfono móvil. Como la víctima se opuso, J.F.J. comenzó a forcejear con él, empujándole y agrediéndole con golpes en la cara.
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