Juana Vacas tiene una pensión que ronda los 400 euros y la casa en la que vive. A sus 74 años ha perdido la mayoría de sus tesoros: su esposo y tres de sus cuatro hijos. Al marido se lo llevó la enfermedad; a dos hijos varones, la droga. A su hija la mató un hombre, su ex marido, condenado a 22 años y medio por asesinarla (la sentencia ha sido recurrida). Además del dolor, la mujer ha heredado las deudas del agresor de su hija. El 26 de junio se celebra el juicio para pedir la nulidad de la herencia. Si lo pierde, perderá su casa.
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