"Microsoft obtiene más del 75 por ciento de sus beneficios de Windows y Office. Menos del 25 por ciento llega de sus conocidos servidores y herramientas. Y no gana nada de su división de Xbox y Kinect, mientras que pierde grandes cantidades en su división online", afirman. "La caída ya es inevitable. En este punto, ni siquiera un nuevo director ejecutivo puede salvar Microsoft. Game over. Ballmer pierde. Y si quieres seguir invirtiendo tu dinero en Microsoft, desaparecerá junto con la compañía", concluyen los analistas.
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