Un control rutinario en una carretera de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) encontró una rara avis al volante: un hombre de una sola pierna conducía una furgoneta Toyota de cambio manual. Con su única pierna, la derecha, aceleraba y frenaba, mientras que su hijo de 11 años pisaba el pedal del embrague siguiendo las instrucciones de su padre: “3, 2, 1…ahora” cuando tocaba cambiar de marcha. Un segundo hijo de 6 años viajaba también en el vehículo, aparentemente sin ninguna atribución.
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