"No te sirvo porque eres gitano". En España uno tiene que ser así de explícito para que se aplique el agravante de racismo. Esta frase la pronunció el dueño de un bar de Valladolid. Fue uno de los dos únicos casos en que en 2006 se aplicó el agravante de racismo, según los cálculos de Amnistía Internacional, que ayer denunció en la presentación de su informe Entre la desgana y la invisibilidad la falta desentencias que condenen la discriminación étnica. Este agravante está en el Código Penal desde 1995.
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