En esta vorágine en la que estamos inmersos, escuchar algo que calme el alma durante casi 7 minutos se agradece. Es el Nocturno Nº 2 de Chopin interpretado por, tal vez, el mejor pianista del mundo, y como él dice: Es una obra diferente, un Nocturno, el sonido de la noche. Es una obra muy romántica y me hace sentir muy bien, es un tipo de pieza que me mueve el corazón. Me emociona de muchas maneras diferentes. No es como Shubert que es todo intensidad, no, es todo lo contrario, es como volar, es como nadar sobre el agua...
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