Cuando se habla de adolescentes y sexo, una tesis parece estar clara: ahora, los chavales se inician antes, pero arrastran las lagunas de siempre. Entonces, como parte de la solución al problema, suele repetirse la frase: "Hay que hablar de sexo con los hijos". Y nunca fue más cierto aquello de qué fácil es decirlo y qué difícil hacerlo. De un lado, tenemos al adolescente, muerto de corte, hermético, con el pudor a flor de piel y con una tendencia a escabullirse ante situaciones incómodas (¿hay algo más incómodo que tu padre te hable de sexo?)
|
etiquetas: sexo , hijos