Guido Westerwelle, líder de los liberales, "salió del armario" hace 5 años. Probablemente se convertirá en el primer ministro de exteriores gay en Europa. Este hecho, sin importancia en occidente, puede resultar un problema en regiones de Oriente Medio y Asia donde se considera la homosexualidad una "abominación". ¿Será bienvenido? ¿Se le permitirá asistir con su compañero a recepciones en Siria o Arabia Saudí? Es posible incluso que esos países hagan de la orientación sexual de Westerwelle un ejemplo de la "decadencia de occidente".
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