A partir de 2018, Alemania no va a operar más ninguna mina de carbón antracita. Sin embargo, estas minas abandonadas recibirán una nueva vida para contribuir además al desarrollo de las energías renovables en el país. Así, una mina de carbón de 50 años situada las cuencas mineras de Renania del Norte se convertirá ahora en una central hidroeléctrica de bombeo de 200 MW que almacenará el exceso de energía de la solar y de la eólica, y generará electricidad cuando no haya ni viento ni sol.
|
etiquetas: energia , alemania , minas , solar , eolica , electricidad , renovables