La calle Mestre Juan Barona de la Pobla Llarga se ha quedado completamente sin sentido. Dos señales de dirección prohibida -uno al principio de la vía y otro a media altura- impiden desde hace aproximadamente un mes la circulación de coches por la calle, cuyo uso queda limitado a los vecinos. Entre ellos se encuentra el alcalde de la Pobla Llarga, Rafael Soler, que ayer justificó esta decisión por la necesidad de desviar hacia la nueva variante CV-41 el masivo tráfico que durante años ha estado sufriendo esta zona.
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