La ministra de Igualdad desentierra su pasado más remoto y desvela que estudió en un colegio de monjas, sólo para chicas: "Me enseñaron los valores que siguen vigentes en mí: respeto, tolerancia...". Dice que de aquello guarda "un recuerdo precioso" porque ellas le transmitieron "muchos de los valores que siguen vigentes en mí". La ministra vuelve a recalcar rápidamente que "no eran nada carcas" y destaca a hermana María del Amor, "muy cariñosa y buena, con ese tono de voz que tranquilizaba a todas las niñas cuando surgía una preocupación".
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