El Digg que conocemos hoy en día poco tiene que ver con el que fundó Kevin Rose hace casi diez años. La empresa fue comprada por Betaworks en el verano de 2012 y desde entonces se ha convertido en un producto muy diferente: atrás queda su poderosa comunidad de usuarios y ahora su función es la de agregar contenidos, actuar como reader y también la de crear sus propias piezas.
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