Greenway, la desmadejada mansión de Devon en la que Christie solía encantar a sus invitados con lecturas nocturnas de sus manuscritos en proceso, acaba de ser abierta al público por primera vez. Conocida localmente como Mrs. Mallowan, la escritora utilizaba la propiedad costera de 121 hectáreas como residencia de vacaciones: la mansión georgiana de color crema se convirtió para sus fans en lo mismo que el 221b de Baker Street significa para los seguidores de Sherlock Holmes.
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