Alexandra Kefren, de 18 años, quiere emplear el dinero para comprarles una nueva casa a sus padres en Rumanía. Tras subastar su virginidad finalmente ha conseguido vendérsela a un anónimo hombre de negocios de Hong Kong por 2 millones de libras. La idea la tomó de una película llamada "Indecent Proposal". "Vivo en un país muy pobre por lo que necesito ayudar a mis padres y comprarles una casa". La web del negocio defiende sus controvertidos servicios: "Nadie obliga a las mujeres a hacer algo que no quieran hacer".
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