Un recluso que llevaba condenado a cadena perpetua desde 1993 fue liberado después de que las pruebas de ADN hayan demostrado "con mucha probabilidad" su inocencia, informó la agencia local Kyodo. Toshikazu Sugaya, de 62 años, fue condenado a prisión de por vida hace 16 años tras ser declarado culpable del asesinato de un niña de cuatro años en 1990 en Ashikaga (centro de Japón) pero este jueves pudo abandonar la prisión de Chiba, a las afueras de Tokio, por decisión de la fiscalía.
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