Así lo entiende Ignacio Buqueras, el presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles. Pero, ¿cuál es el horario perfecto? Buqueras lo tiene claro: un horario flexible de entrada al trabajo, entre las 7,30 y las 9 horas, y un fin de jornada que no vaya más allá de las 18 horas, aunque eso sí, diciendo adiós al café de mediodía y a la reparadora siesta, ya que con 45 minutos basta para comer siguiendo las directrices de la beneficiosa dieta mediterránea.
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