Cuando acabé la carrera y me lancé de cabeza al maravilloso mercado laboral de la arqueología preventiva, allá por 2005, la burbuja inmobiliaria estaba en su auge esplendoroso, parecía que la construcción era una gallina de los huevos de oro sin fondo, donde encofradores y camioneros borderline sin titulación bordeaban los 5.000€ mensuales. Pues bien, en aquel momento yo cobraba 711€ (con una licenciatura. Os podría citar, como detalle morboso, que hice de guía en un museo local donde me pagaban 4 euros la hora... Trad. en el primer comentario.
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