El director del festival de fotoperiodismo Periscopio no ha encontrado palabras para explicarle a Reuters por qué el macrobotellón que invadió la plaza de la Virgen Blanca la madrugada del domingo para exigir al Ayuntamiento que no cierre los bares del Casco Viejo a la 1.30 horas derivó en un ataque salvaje contra la exposición de la agencia internacional. Pero lo que sí tiene claro es para qué ha servido ese acto vandálico: para poner en la cuerda floja la continuidad de la iniciativa y destrozar la imagen de Vitoria.
|
etiquetas: exposición , periscopio , fotoperiodismo , vandalismo , vitoria-gasteiz