A un esquiador lo atrapa un alud. Llevaba una cámara y por tanto puede grabar todo el momento, desde que el alud lo entierra, los momentos angustiosos que vive dentro y cuando lo desentierran y por fin ve el sol. Se oye como la respiración se acelera mientras que los gemidos que podemos escuchar son los intentos de respirar a través de la nieve. Es un caso prácticamente único de poder grabar y que se pudo hacer gracias a llevar la cámara, quedar boca arriba y evidentemente poder salir vivo. El alud empieza en el 1:18 y lo sacan en el 6:0
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