La menor contó que la habían violado y sentó a un joven inocente en el banquillo de los acusados. El chico tuvo que pasar por un infierno. Fue señalado por la gente. Y no fue el único mal trago de este chico, pues también le dieron una brutal paliza en venganza por algo que no había hecho. Afortunadamente, en el juicio pudo demostrar que se trataba de un cruel embuste y la Audiencia Provincial lo absolvió.
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