Una mujer agraciada con 35.000 euros en el sorteo de la ONCE ha sido absuelta de un delito de apropiación indebida que le imputaban dos amigas con las que jugaba, ya que el premio no recayó en el número que las tres compartían, sino en otro que le había regalado en exclusiva el vendedor de cupones. Según la sentencia del caso, desde hace años la procesada era la encargada de adquirir cada viernes al mismo vendedor de la ONCE tres cupones que terminaban en el número 5, a los que jugaba junto a otras dos amigas y compañeras de trabajo.
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