¿Cansado de apretar una bola de goma para “desestresar”? ¿Destrozar una habitación de hotel te parece violento? ¿No te gusta el agua y por eso pasas del submarinismo entre tiburones? Tranquilo, siempre puedes abrazar vacas. Has leído bien: vacas de media tonelada y mirada bucólica.
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