Tanto chef como restaurante permanecen anclados en el espíritu del Madrid de los 80. El local conserva la misma decoración desde hace décadas: fotógramas de la película de Luis Buñuel que le da nombre, cuadros y estatuas de caballos –la gran pasión de Abraham– y no demasiado disimuladas banderas tricolor de la República. Y su dueño, acérrimo anticlerical –“la Iglesia fue peor que el franquismo”–, sigue colando chistes verdes en las respuestas como si siguiéramos en pleno destape (alguno ha sido recortado, que estamos en horario infantil).
|
etiquetas: abraham garcía , entrevista , restaurante viridiana , guía michelín