Para combatir el aborto, hay que combatir los embarazos adolescentes (el 99,57% de los embarazos de menores de 18 años son no deseados y más de la mitad terminan en aborto hoy, decidido por los padres). Desde 1980 (gráfica) los embarazos adolescentes han crecido a la par que los abortos. La política de desinformación y no acceso a anticonceptivos no lleva más que a aumentar el número de abortos. Las políticas pro-abstinencia solo aumentan los embarazos (en EEUU hay correlación entre los estados teocon y los embarazos).
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