Desde coches derretidos por los reflejos de un edificio hasta fachadas de mármol que hubo que sustituir por completo, a continuación reunimos siete chapuzas arquitectónicas que parecen una broma. El Anfiteatro Fidenas de la Antigua Roma se proyectó sobre un suelo que carecía de solidez. La estructura, hecha enteramente de madera, se montó de forma atolondrada. Cuando el espectáculo dio comienzo, el colosal edificio se derrumbó sobre sí mismo, llevándose consigo a la multitud. Tácito contó unos 50.000 muertos.
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