Giordano Bruno era un genio loco, un místico informado y un exaltado con fundamento. Fue, probablemente, el hombre más independiente del que tengamos memoria, y de cada asunto intelectual de su época tenía una opinión elaborada y diametralmente opuesta a la oficial, para su final desgracia. En febrero de 1600, la Iglesia Católica quemó en la hoguera a Giordano Bruno, convirtiendo en cenizas también (La cena de las cenizas es el bello título de un tratado de Bruno) la mitad de su credibilidad mundial.
|
etiquetas: giordano bruno , filosofía , teología , astronomía , censura , inquisición