Cuando el 1 de diciembre de 1640 el pueblo de Lisboa se sublevó contra el dominio de Felipe IV, pocos podían imaginar que el 13 de febrero de 1668, hace ahora 350 años, la monarquía hispánica acabaría reconociendo con el llamado Tratado de Lisboa la independencia de Portugal. Aquella revuelta que había sido presentada como una dichosa nueva, había significado, a la postre, la ruptura de una unión que, como ha observado Rafael Valladares, había supuesto que España volviera a ser Hispania.
|
etiquetas: historia moderna , historia de españa , portugal , independencia