"Tres semanas de calentón para mostrar lo obvio. O sea, nada de nada. Aparte de muy mal gusto y un cutrerío bastante subido de tono. Samanta organiza un peripatético casting para rodar su escena porno. Tres chavalotes y una actriz. Dirige la propia Samanta. Con gatillazo al canto. "Cosas que no pueden faltar en mi escena porno. Uno: felación femenina. Dos: felación masculina. Tres: penetración (...) ¡Estudiar una carrera para esto!", se queja Samanta. Yo, ahí, le doy la razón. Eso sí, que no sirva de precedente, por favor".
|
etiquetas: cuatro , samanta , villar , teletridente , televisión , crítica