Para entender el espiritú del iPhone, hay que entender antes el espiritú de MacOS X. Apple no es Acer, ni quiere serlo. En un mercado, y más en uno supercompetitivo como el tecnológico, la diferenciación por exclusividad es una estrategia tan buena como otra cualquiera, y es a lo que juega Apple. Eran así hace 20 años, y siguen siendolo ahora.
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