Ejercer como alcalde pero renunciar al sueldo municipal para cobrar de la Diputación se ha convertido en algo frecuente entre los ediles que compaginan el cargo en su municipio con otro en el ente provincial. Esta práctica ahorra dinero a las arcas municipales, permite a los alcaldes presumir de ello ante sus votantes y, en muchos casos, les abre la puerta a cobrar un sueldo más elevado del que cobrarían por su dedicación al Ayuntamiento.
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