Los inventos no siempre son creaciones dispuestas a resolvernos la vida, a veces incluso ni siquiera responden a una necesidad. Por el contrario, a menudo lo único que logran es preguntarnos en qué estarían pensando no sólo el inventor, sino también el señor que en ese momento se encontraba en la oficina de patentes aceptando tales despropósitos. Mi favorito es el “aparato de diversión para dar puntapiés en las nalgas del usuario".
|
etiquetas: inventos , patentes , totalmente innecesarios , chorradas