Ya sé que el placer de estrenar algo nuevo, sea lo que sea… cualquier cosa, no se tiene cuando se compra de segunda mano. El olor de las cosas nuevas, el tacto, el placer de romper el envoltorio… Pero entre ese placer pasajero y el ahorro que se puede conseguir comprándolos de segunda mano, o más aun, directamente no poder disfrutarlo por no tener dinero para comprarlo nuevo… ¿Con cual te quedas?
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